martes, noviembre 20, 2012

Modelos Mentales de la Naturaleza Humana


Lo que sigue es el primero en una serie de blogs tomados de un capítulo que escribí para la cuarta edición del texto "Liderazgo Moral", titulado "Modelos Mentales de la Naturaleza Humana y de la Sociedad". Todos los blogs en esta serie tienen el tag "Naturaleza Humana", para facilidad de identificación.
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Es necesario analizar y cuestionar nuestros modelos mentales para que no nos cieguen al paradigma emergente que caracteriza nuestra época. Entre los modelos mentales en mayor necesidad de cuestionamiento se encuentran aquellos que afianzan los conceptos del ser humano como agresivo y egoísta por naturaleza, los cuales han sido ampliamente refutados por los avances científicos de las últimas décadas. Paralelamente, se encuentran modelos mentales de una sociedad en que aceptamos la agresión, el egocentrismo y la competición como norma, dejando de lado las múltiples evidencias que demuestran que los avances de la civilización a lo largo de la historia han sido basados en la cooperación.

Estos modelos mentales anticuados acerca de la naturaleza humana y la sociedad, han dado lugar a actitudes y comportamientos que no son útiles en la comunidad global interdependiente de hoy. En el presente capítulo y el siguiente, exploraremos en más detalle el contenido de estos modelos mentales, las ideas pseudocientíficas en que se basan y la evidencia científica moderna que muestran su falsedad.



Sin embargo, primero conviene reflexionar sobre el poder de los modelos mentales, para que tomemos lo suficientemente en serio la necesidad de cuestionarlos profundamente y lograr su transformación.

El trabajo de Douglas McGregor en el campo de la administración, demuestra el poder de nuestros modelos mentales y cómo tienden a crear la realidad que predicen.[i] McGregor afirma que los supuestos (el modelo mental) de un gerente con respecto a la naturaleza humana influencian su enfoque en la administración de los recursos humanos en el lugar de trabajo. McGregor sostiene que cada gerente posee tales supuestos, aunque no se dé cuenta de ellos. Identifica dos grupos de supuestos a los que llama Teoría X y Teoría Y.

El punto de vista convencional de la administración, la Teoría X, afirma que “los trabajadores deben ser motivados y controlados a través de la presión directa de la administración porque son perezosos, carecen de ambición, les disgusta la responsabilidad, prefieren que se les indique lo que deben hacer y se resisten pasivamente a lograr los objetivos de la organización. El dinero es el único medio para motivarlos”.

La Teoría Y defiende a otro grupo de supuestos administrativos respecto a los trabajadores. Propone que “si se les da la oportunidad, las personas serán automotivadas a lograr los objetivos de la organización a la vez que se esfuerzan por el crecimiento y desarrollo personales”. Sus características son lo opuesto a aquellas que supone la Teoría X. La Teoría Y sostiene además que si las personas parecen estar comportándose de acuerdo a las características propuestas en la Teoría X, es sólo porque la organización en que trabajan les ha exigido hacerlo. Según este punto de vista, la tarea del gerente es la de arreglar los asuntos para que las personas puedan satisfacer sus necesidades jerárquicamente superiores de autorrealización y logro en el proceso de cumplir con las metas de la organización.

El punto de McGregor que queremos recalcar aquí es que nuestros supuestos acerca de la naturaleza humana influyen grandemente en las maneras cómo percibimos y tratamos a los demás. Aun más, nuestros supuestos tienden a crear la realidad que predicen. En el caso de los trabajadores, éstos responden a los supuestos de sus respectivos gerentes, evidenciando las características esperadas de ellos.

Por eso, no es útil recurrir a la evidencia del comportamiento en la vida para ‘comprobar’ la validez de un modelo mental respecto a la naturaleza humana, porque cada modelo tiende a generar los mismos resultados que parecen validarlo. Más bien, podemos:

  1. reflexionar sobre las consecuencias de cada modelo y las maneras en que éste influye positiva o negativamente en la sociedad. De este modo, podremos comprender cómo ciertos modelos mentales de la naturaleza humana han estado generando la cultura a nuestro alrededor.
  2. examinar las evidencias científicas para ver hasta qué grado el modelo concuerda con la realidad.
Luego, podemos transformar conscientemente nuestros modelos mentales defectuosos, reemplazándolos con un nuevo marco conceptual que generará el tipo de sociedad que deseamos. Elisabet Sahtouris ha dicho:

"Muchos creen que los problemas actuales de la humanidad jamás serán resueltos, que han crecido demasiado como para admitir alguna solución, o que aun si pudiéramos remediarlos temporalmente, la naturaleza humana en sí no puede cambiar, por lo que caeríamos en los mismos enredos de nuevo. Esta actitud pesimista respecto a nuestra especie refleja la manera como nos sentimos los individuos al estar deprimidos, cuando nuestros problemas parecen insuperables." 
"El pesimismo desesperanzado proviene a menudo de una falta de perspectiva. Cuando vemos los asuntos con una mira estrecha – desde adentro de un embrollo – puede parecernos irremediable. Pero si logramos ampliar nuestra visión de ese “pozo negro” y de nuestra situación dentro de él, podemos comenzar a visualizar una salida."¿Qué podría ser más interesante, más emocionante, que vivir en aquella misma época en que nosotros como especie tenemos la posibilidad de madurar y de resolver los problemas de adolescente que hemos causado para nosotros mismos y los demás?"[ii]
En las siguientes secciones haremos un análisis crítico de algunos modelos mentales de la naturaleza humana que han influido en nuestra forma de pensar y actuar, creando la sociedad en que vivimos.


Referencias:


[i]. Douglas McGregor, citado por Fred Luthans en Organizational Behavior. Nueva York: McGraw Hill, 1977, p. 20.

[ii]. Elisabet Sahtouris, Gaia: The Human Journey From Chaos to Cosmos. Nueva York: Pocket Books, 1989, p. 207-208.

Para mayores informes sobre este y otros temas similares por el mismo autor, haga clic aquí.

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